Sitio cómodo, relativamente estable, tranquilo y pasivo. Es aquel momento en que el sujeto se siente acoplado a su contexto, funciona correctamente con el reglamento acordado y tiene los recursos básicos para cubrir sus demandas fisiológicas y económicas. Tal vez, no se encuentre enteramente conforme, pero prevalece la confianza de que próximamente saldrá de esa situación.
El problema es que surge el estancamiento, ya que algunas personas permanecen en ese estado, durante largo tiempo. Sin retroceso, ni avance; otros sí logran salir de ese hoyo confortable. En particular, se abordará la comodidad en los trabajos.
Hay labores u oficios de todo tipo, entre ellos están los que no requieren un grado mayor a bachillerato para que sean aceptados, incluso menor a ese escalón. Ocupaciones de camareros, secretarios, asesores telefónicos, señores de limpieza, volantes, vendedores ambulantes o aquellos que no solicitan una especialidad suelen ser denominados como temporales en el sector juvenil.
Estudiantes en licenciatura, ingeniería, arquitectura, etc., quieren trabajar mientras cursan sus enseñanzas, unos realmente porque están escasos de capital, otros alivian gastos propios y superfluos, en lo que viven con sus padres. Normalmente, el salario es mínimo o un poco más, se considera que es “de paso” en lo que se consigue un trabajo digno, decente y solvente, acorde a sus intereses.
Están menospreciados estos trabajos, debido a que no se requieren grandes pruebas para el reclutamiento del personal. Sin embargo, la crisis del estudiante- empleado es que corre el riesgo de quedarse paralizado entre la titulación de su carrera y el trabajo “temporal”, el cual se puede convertir a largo plazo, en la espera de algo mejor, pero tampoco se realiza ninguna acción para buscar una ocupación afín a su profesión.
De algún modo, se presenta el miedo de no ser completamente eficiente en lo que se quiere y para lo que se estudió, por eso se mantienen esas tareas que sí requieren un empeño, pero no son de alto mando o excelsos conocimientos.
De hecho, cuando se inicia se da una capacitación, aproximadamente de dos semanas a un mes máximo, para introducirse a la filosofía y funcionalidad de la empresa, y el rol que se ejercerá. En otros, simplemente otorgan indicaciones para que se empiece a laborar y se va aprendiendo en la marcha.
El trabajo ya centrado en su carrera tampoco significa la excelencia del cargo, pues la experiencia le permitirá sobresalir, empero el enfoque irá orientado al gusto propio.
No se pretende otorgar menor valor a los trabajos temporales, pero no brindan la oportunidad del reconocimiento del talento propio o la inmortalidad del nombre humano. Hasta cierto punto, la zona confortable de estos trabajos es que no exige más allá de lo necesario. Hay una hipnosis laboral.
Zona de confort en trabajos profesionales
También existe la privación de progreso dentro de las mismas áreas profesionales. La diferencia de jerarquías y preferencias obstruye el arranque y desenvolvimiento de otros empleados, en caso de los jóvenes porque no tienen una plena experiencia, y en ocasiones la organización se aprovecha de ellos. El carácter es un elemento importante para hacerse destacar como trabajador y profesionista.
El profesor entrevistado comparte que el sitio cómodo no solo existe en los trabajos temporales, como docente se transforma en un ciclo vicioso el ambiente y el aprendizaje laboral, el crecimiento se puede dar dentro de un mismo lugar, pero no se garantiza. Por ello, la posibilidad de cambiar, cada determinado tiempo, de entornos ocupacionales es válido y sano.